La Unión Europea (UE) ya ha cumplido la primera semana desde que Reino Unido abandonó el bloque, y aunque hasta ahora los focos han estado centrados en el impacto que este divorcio tendrá para el país británico, los 27 también tienen por delante una importante agenda que está llena tanto de retos como de grandes oportunidades.
(El Reino Unido pone fin a su historia en la Unión Europea).
En este sentido, las duras negociaciones comerciales con Reino Unido y Estados Unidos están entre los temas más prioritarios de la Unión, aunque en ese listado también se encuentran otros como la reforma de la OMC, el impulso de la innovación y la tecnología, la defensa común, la reforma del bloque y la lucha contra el cambio climático, entre otros aspectos.
De acuerdo con Christoph Saurenbach, consejero comercial de la Delegación de la UE en Colombia, “desde diciembre de 2019, la Comisión Europea tiene una nueva presidencia, por primera vez en cabeza de una mujer. Su carácter será más geopolítico y asertivo en asuntos globales. El comercio jugará un rol importante, al igual que la tecnología, digitalización, innovación y el cambio climático. El Pacto Verde Europeo está destinado a transformar la UE en una sociedad equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no habrá emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y el avance del PIB estará disociado del uso de los recursos”.
(Brexit y contraste).
Precisamente, la lucha contra el cambio climático y la innovación se marcaron como dos de los ejes del nuevo mandato europeo, con el que pretende recuperar una posición de liderazgo tecnológico, hoy en manos de Estados Unidos y China. Estas, además, son vistas por los expertos como grandes oportunidades.
Como agrega Saurenbach, “en marzo la Comisión adoptará una estrategia para acometer el doble desafío de la transformación verde y digital. Esto está relacionado con el Pacto Verde, pero también incluirá la promoción de la inversión en industrias futuras clave. Por ejemplo, la UE destinó 3.200 millones de euros para innovación e investigación en baterías”.
De hecho, Alemania y Francia (co-financiada por la UE), anunciaron la creación de un ‘gigante’ de la fabricación de baterías, con la que se pretende rivalizar con empresas como Tesla y otras firmas de China.
Los esfuerzos por controlar la competencia de las tecnológicas, que derivó en diversos impuestos a estas multinacionales, así como otros programas para impulsar startups y otras empresas tecnológicas van en esta misma línea.
De igual forma, la lucha contra el cambio climático, aunque tiene como principal objetivo reducir las emisiones, también se ha llegado a convertir en una de las armas de la UE contra el resto de potencias el mundo.
(La libra esterlina se dispara en Reino Unido).
“Un riesgo se abre en torno al Green New Deal. Para hacer frente a la competencia agresiva de los operadores externos, exentos de costes regulatorios, será necesario aplicar ajustes fiscales en la frontera de la UE: impuestos al carbono a todos aquellos bienes que no cumplan con la regulación ambiental europea. China y los EE. UU. han dicho que tal medida sería interpretada como una ofensiva en la batalla comercial”, explica Ángel Saz-Carranza, director de EsadeGeo-Center for Global Economy and Geopolitics, de Madrid.
COMERCIO, LA AMENAZA
Por supuesto, la principal amenaza en el panorama serán las negociaciones comerciales con Estados Unidos y Reino Unido.
“Estos procesos serán muy amenazantes, tanto para la economía mundial como para la europea, pues el aumento del proteccionismo y los aranceles contribuyen poderosamente a reducir la renta y la riqueza de los países”, afirma Rafael Pampillón, profesor del IE Business School. Pero, como agrega el experto, también pueden ser una oportunidad. “Si la negociación entre el gobierno de Johnson y la UE llega a buen puerto, eso dará lugar a un buen pacto que fortalecerá ambas economías, que llevan tiempo estancadas, y aumente el empleo”.
Asimismo, el ámbito de la defensa se convierte en otro de los mayores retos y, al mismo tiempo, otra oportunidad. “Tras el Brexit, la UE pierde una de sus dos potencias militares. Pero esto, que podría ser algo negativo, crea la posibilidad de avanzar hacia una mayor integración europea en materia de defensa, a lo que el Reino Unido se había opuesto de manera consistente”, apunta Saz-Carranza.
De hecho, para el experto del Esade, las mayores oportunidades de la UE pasan por la mayor integración en todos los ámbitos, tanto geopolíticos, como económicos.
Esta idea la comparte Pampillón, quien resalta que la salida del Reino Unido genera una oportunidad para avanzar. “Los responsables de los principales países de Europa coinciden en que hay que ir hacia el formato de ‘Estados Unidos de Europa’, lo que supone una verdadera unión política y económica. Para ello, se requiere que los países caminen hacia políticas tecnológicas, bancarias, fiscales y de la deuda pública más comunes. El problema es que se avanza poco”.
Sumado a estos, otro de los debates pendientes en el seno de la Unión Europea es la adhesión de nuevos miembros. De hecho, esta misma semana se llegó a un entendimiento para endurecer algunos de los requisitos en el proceso que adelantan algunos países, como Albania o Macedonia del Norte, entre otros.
Por último, según consideró Saurenbach, otro reto “en el ámbito del multilateralismo, la UE hizo propuestas concretas para salvaguardar el sistema de solución de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las cuales han contado con el apoyo de 16 países, incluida Colombia. Será importante integrar a los Estados Unidos en una reforma más amplia de la organización internacional, y en las discusiones sobre unas reglas del juego igualitarias a nivel global, dado el contexto actual del capitalismo patrocinado por el Estado en China”.
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