Sin lugar a dudas, el hecho de que Avianca ya haya logrado intercambiar el 87,2% de los bonos por US$550 millones que tenía que cancelar en el 2020, es una buena noticia para la compañía, que este año ha enfrentado una de las etapas más difíciles de su historia, viéndose prácticamente ahogada por las deudas.
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Este hecho significa, en términos prácticos, que la empresa colombiana tendrá más tiempo para pagar a los tenedores de los mencionados bonos y que United Airlines, junto a Kingsland, harán una inyección de US$250 millones, que podría ir a capital o ser utilizado como “deuda convertible”, este mismo año.
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Cabe destacar que esa inversión aún depende de que se cumplan “ciertas condiciones, incluidos ciertos compromisos y exenciones hechos por parte de otros acreedores y socios comerciales de Avianca”, dijeron ayer en un comunicado.
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Sin embargo, esos lineamientos aún no han sido especificados públicamente por las empresas involucradas en la negociación, razón por la cual, aún hay incertidumbre sobre la concreción de esa inversión.
LA NOVEDAD
Esta oferta que fue anunciada el pasado 14 de agosto, y que según el plan original vencía el 11 de septiembre pasado, fue extendida.
Según informó ayer Avianca, los dueños del 12,78% restante de ese paquete de bonos, podrán sumarse al proceso de intercambio hasta el próximo 10 de octubre, con el objetivo de continuar con el proceso administrativo de formalización de las garantías ofrecidas.
“Quienes participen en esta última fase podrán optar a las mismas condiciones acordadas con el resto de los tenedores de bonos y podrán intercambiar sus bonos en los mismos términos pactados en el memorando de oferta de intercambio, obteniendo garantías reales”, agregaron en el mismo documento.
Es decir que los titulares interesados, también podrán acceder a la ‘prima por participación temprana’, que había sido ofrecida solamente para quienes aceptaran la oferta antes del 28 de agosto, y que luego fue ofrecida a quienes participaran hasta el 11 de septiembre. Eso quiere decir que los titulares “podrán recibir US$50 de principal de los bonos de intercambio por cada US$1.000 de principal de los bonos existentes”, según explicaba la aerolínea el pasado 27 de agosto.
“Hemos logrado un avance significativo en la obtención de los consentimientos requeridos a medida que nos acercamos a la fase final de nuestro proceso de intercambio de bonos. Hemos tenido un gran respaldo de los bonistas y de nuestros acreedores, y esperamos cerrar la transacción a la brevedad posible”, señaló Adrian Neuhauser, vicepresidente financiero de la holding.
En este caso vale la pena recordar que los bonos ‘de intercambio’ serán canjeados de manera automática por un monto equivalente de títulos nuevos con garantía específica, que se vencerán en el 2023 y tendrán un cupón del 9%, mientras que el anterior -que vencía en el próximo año- era del 8,375%.
Además, según la compañía, una de las ventajas de entrar a la negociación es que los bonos nuevos tienen más garantías que los actuales, como por ejemplo la pignoración de la marca Avianca, entre otros derechos de propiedad intelectual.
De hecho, los aviones que son propiedad de la aerolínea, que están tasados en aproximadamente US$1.000 millones, también hacen parte de las garantías. Y son precisamente ese grupo de incentivos, los que estarían en proceso de formalización para dar paso a que se pueda cerrar definitivamente la transacción.
LA EMPRESA
Aunque con inconvenientes financieros, Avianca no está quebrada, ese ha sido el mensaje que han dado las nuevas directivas de la empresa desde su llegada a la compañía.
Quienes además, han insistido en que la operación de la firma no ha sido afectada en ningún momento, como consecuencia de esta situación.
Sin embargo, este año se han dejado de operar 31 trayectos, tanto en los mercados domésticos de Perú, Ecuador y Colombia, como en rutas internacionales.
Además, gracias a la crisis de Avianca Brasil -que es independiente de Avianca Holdings-, también se ha hecho evidente la reducción en conectividad hacia ese país.
No obstante, en ese caso específico, hace dos días la empresa anunció la firma de un acuerdo de código compartido con la aerolínea Azul, con el que aseguran que los usuarios podrán acceder a 27 destinos al interior del gigante suramericano.
LOS OTROS PLANES
El intercambio de bonos, a pesar de ser considerado como una prioridad para la empresa, es solo una de las medidas contempladas en el plan ‘Avianca 2021’ que fue creado para contrarrestar la crisis de la empresa.
La simplificación de la flota y de las rutas -ya mencionadas-, la desinversión en negocios no estratégicos y el mejor posicionamiento frente a los clientes, son los otros frentes de acción.
Por lo que, de hecho, todavía falta por consolidar la venta de diez aviones de la familia Embraer que fue anunciada hace unos meses. Con esta transacción la empresa reduciría su flota más de lo que ya lo ha hecho este año y terminaría el 2019 con 151 aeronaves operando, de 190 que tenía en enero.
En cuanto a la venta de otros negocios, que comenzó con la salida del 100% de la participación en la compañía de servicios de Contact Center y BPO Getcom, de las acciones en la empresa de entrenamiento con simuladores de vuelo CAE y en las aerolíneas Sansa y La Costeña, falta concretar la venta del 100% de Deprisa y del 42% de Viajes Éxito.
PLEITO ENTRE ACCIONISTAS
Luego de que Germán Efromovich, el mayor accionista de Avianca, fuera removido de su cargo como presidente de la junta directiva, y la participación en la misma, por haber inclumplido las condiciones de un crédito, el empresario interpuso una demanda contra United Airlines en Nueva York.
Ayer se conoció que la jueza a cargo determinó que el acuerdo firmado entre las partes era tan proteccionista, que no considera que fuera necesario llevarlo a juicio. Lo anterior significaría que se le dio la razón a Roberto Kriete, actual presidente de la junta. Efromovich tendrá 45 días para apelar
Adriana Carolina Leal Acosta