La gente tiende a creer que la mayor parte de los emprendedores son personas entre los 20 y los 30 años, pero la evidencia empírica sugiere que esta franja es la excepción a la norma.
(Lea: Siete errores que comente los emprendedores al buscar financiación)
En la vida real, muchos emprendedores, previamente han realizado una trayectoria laboral en una o varias empresas y les ha ido bien. Deciden entonces dar el salto y emprender un camino propio en vez de buscar empleo en otra compañía.
(Lea: Plan piloto busca impulsar el emprendimiento de migrantes de Venezuela)
Además, por lo general han cursado estudios superiores, un posgrado, por ejemplo, o asistido a diplomados en cuyas clases han recibido alguna señal, por tenue que ésta sea, acerca de la conveniencia de volverse empresario.
(Lea: Claves para crear un negocio exitoso)
También ocurre que a esa edad las personas descubren cuáles son sus verdaderas pasiones y habilidades y no encuentran cómo desarrollarlas plenamente dentro de una empresa.
Es probable que esas personas que tienen aura para el emprendimiento a los 40 tengan algunos ahorros de sus cesantías y quieran realizar sus sueños postergados, pero además estén dispuestos a cambiar el estilo de vida que traían.
Montar negocio propio no es para cualquiera. Hay que ser disciplinado y estar dispuesto a trabajar mucho. No hay tiempo para disfrutar de zonas de confort. Una cosa es ser un ejecutivo y otra un emprendedor, porque el paraguas corporativo es muy protector.
La experiencia de los exitosos sugiere que hay que proyectar cómo será el nuevo camino cuando aún se está en relación de dependencia. Ello implica trabajar fines de semana y horarios extendidos.
Por lo menos una docena de investigaciones realizadas por prestigiosos centros académicos como el MIT y Harvard, establecen que lejos de estereotipos, la mayoría de los emprendedores alcanza su plenitud empresarial a los 45 años en promedio.
Este hallazgo surge luego de analizar los datos demográficos de los emprendedores de base tecnológica que han obtenido alguna patente, han recibido capital de riesgo o emplean personal. Según los informes, a los 40 años los emprendedores del sector tecnológico son más exitosos, mientras que en las industrias del petróleo, gas y biotecnología la edad promedio es de 47 años.
Sam Walton, el fundador de Walmart, inició su negocio a los 50 años. Apple sacó al mercado el iPhone cuando su alma y nervio, Steve Jobs, tenía 52 años. Amazon tuvo una impactante tasa de crecimiento cuando Jeff Bezos tenía ya 45. De acuerdo con un estudio de Harvard, estos destacados fundadores no habrían llegado a su punto más alto cuando eran muy jóvenes.
¿Por qué entonces pensamos habitualmente que los emprendedores son siempre gente joven? La mejor respuesta es que esto se debe a que tienen una mayor exposición en redes sociales y medios de comunicación.
Experiencia e ideas disruptivas
Bajo la perspectiva de que emprendedores somos potencialmente todos y en concordancia con nuestro objetivo de abrir espacios para nuevas iniciativas de negocio, la Federación Nacional de Comerciantes ha desarrollado Fenalco Inspira, una propuesta con la que buscamos puntos de encuentro entre empresas tradicionales y sólidas en el mercado y nuevas generaciones.
Creemos que experiencia, preparación e ideas disruptivas, son una mezcla poderosa y ganadora que traerá frutos en el mediano plazo.
De hecho, durante la más reciente edición de esta iniciativa en donde participaron Martha Forero (Co-Founder de UBITS) y Camila Escobar (CEO Juan Valdez) quienes conversaron en el marco del panel de Mujeres Extraordinarias, se amplió el tema de emprendimiento, liderazgo, experiencias de su trayectoria y cómo generaron un espacio de trabajo conjunto para el crecimiento de ambas empresas.
Estas dos mujeres revelaron que más allá de la edad de los emprendedores, para generar estrategias ganadoras pesan mucho más otros factores como la preparación y el olfato para los negocios, adicional a hacer un análisis profundo del mercado y de las posibilidades que existen para conseguir posibles aliados estratégicos.
Cuando Martha Forero de UBITS decidió emprender la búsqueda de inversionistas para su negocio tomó una inmersión de dos semanas antes de la fecha, con sus posibles inversores en Estados Unidos, con el objetivo de encontrar recomendaciones, consejos y buenas prácticas.
Para su sorpresa y contrario a lo que pensaba, todos sus potenciales competidores del mercado (Coursera, eDx, UdaCity) en ese país, le empezaron a dar consejos sobre el funcionamiento de las inversiones a startups para potenciar su emprendimiento, pero adicionalmente le compartieron datos financieros y de estrategia, lo que en Colombia sería considerado información de alta confidencialidad.
De acuerdo con Martha Forero, en Silicon Valley te van diciendo todo, te apoyan, te ayudan y es muy abierto el ecosistema de emprendimiento. “Una cultura totalmente distinta a la nuestra en donde la información de las empresas se guarda con mayor recelo, que las reservas internacionales de un país”.
Este fenómeno de no compartir la información parece ir en contravía en la era de los datos abiertos, algo que ha aprendido muy bien todo el entorno de Silicon Valley, pues los diversos competidores de un mismo sector en su mayoría no tienen como principal motivación el dinero, sino ser parte del proyecto en el que creen, los apasiona y que seguramente, transformará el mercado.
Entienden que colaborar y compartir información entre ellos tendrá como consecuencia el crecimiento de su sector y la construcción de confianza de su marca. Una invitación para algunos (o quizás muchos) empresarios a generar sinergias con sus pares y hacer, eventualmente, economías colaborativas.
Ya otros mercados han entendido y capitalizado el hecho de que la competencia es el principal insumo para la innovación. Por su parte los innovadores, sin importar si son jóvenes o adultos, que han entendido el mensaje, son quienes están revolucionando la economía y los que seguramente ya están trabajando en nuevas ideas para conquistar a los cada vez más exigentes consumidores.
Rafael España González
Director económico de Fenalco.