Con su capacidad de ver nuevas oportunidades en servicios y productos, los jóvenes están logrando reinventar negocios tan antiguos y tradicionales como las pizzerías, y esto por darles tan solo un ejemplo.
David y Andrés Serrano son primos, y desde que se formaban profesionalmente en la Universidad de los Andes tuvieron clara su meta: no ser empleados.
(Lea: El borde de queso, la innovación que ha impulsado a Domino’s Pizza)
Desde hace más de cinco años, aprovechando que el sector cercano a su alma mater estaba despertando un interés gastronómico, comenzaron con su idea de negocio. Una pizzería donde los comensales pudieran armar la pizza como desearan. “Iniciamos con una noción un poco más universitaria. La idea era probar el concepto y desde ahí empezar a mejorar el producto para poder sacarlo como lo tenemos en este momento” asegura Serrano.
(Lea: Deluchi Pizza inauguró su décima tienda en Bogotá)
David actualmente tiene 30 años y ya culminó su formación como ingeniero civil, por su parte Andrés con 28 años ya tiene su título de administrador de empresas. “No sabíamos nada de restaurantes. Nuestro aprendizaje fue desde cero”, cuentan mientras rememoran como inicio D’amici, palabra que viene del italiano y traduce ‘de amigos’.
(Lea: Vea cómo y por qué cambió el negocio de la pizza en Colombia)
Desde que comenzaron a desarrollar su idea de negocio la enfocaron a un público juvenil, esto es evidente cuando se conocen sus locales armoniosamente diseñados, llenos de color, vida y ambientes para diferentes momentos. “Uno de los mayores retos era abrir esta pizzería a todo el mundo, a más niños y adultos. Ese fue nuestro primer reto y lo cumplimos en el primer local que tenemos en la Cra 11 con 85”, cuenta David Serrano.
La idea por si sola es innovadora, permitir que los consumidores armen una pizza solo con los ingredientes que quieren. Comenzando con la masa, pasando por las salsas y eligiendo entre todos los toppings posibles entre vegetales y carnes.
Para los primos Serrano la ventaja de D’amici es “que pagas por lo que consumes. En una pizzería tradicional, pides una pizza que tiene muchos ingredientes y si no te gustan 2 o 3 igual te los van a cobrar, en cambio aquí escoges lo que tú quieras y se te cobra por lo que consumes, no por sabores establecidos”. Cada topping cuesta entre 1.000 y 2.000 pesos.
Para estos jóvenes emprendedores ofrecer un producto de calidad a un precio razonable y asequible es lo primordial. Es por esto que muchas veces venden los productos casi que al costo.
“La porción de jamón serrano obviamente nos vale más de 2.000 pesos, pero lo tratamos de compensar con otros ingredientes y con la base de la pizza. Ahí tratamos de balancear para que nuestros costos se mantengan en un nivel que nos de rentabilidad”, explica Andrés Serrano.
Para los dueños de D’amici, los jóvenes tienen toda la oportunidad para desarrollar sus ideas. Consideran que en ellos nacen las más innovadoras, con mayor proyección y con mayor aporte a la sociedad. Resaltan que gracias a su emprendimiento aportan a la generación de empleos, en sus 2 puntos de ventas cuentan con cerca de 30 colaboradores.
Luego de más de 5 años de arduo trabajo, los Serrano consideran que consolidase en Bogotá su principal objetivo. Además, esperan terminar este 2018 con 3 locales, para lo que les haría falta abrir uno más.
Actualmente D'amici está estrenando nuevo punto en la zona G, en la carrera 6 # 69a - 23. Además tienen un punto en la Carrera 11 # 85 – 22.
PARA AQUELLOS QUE QUIEREN DESARROLLAR SUS IDEAS DE NEGOCIO
“Lo primordial es estar comprometido. Cuando hacemos algo nos metemos de cabeza hasta las últimas consecuencias. Creíamos en esta idea, hicimos todo lo que fue necesario para poderla materializar. Muchas horas de trabajo, tratar de aprender todos los días y hacer parte de todo el proceso. Una de nuestras ventajas es que conocemos todo nuestro negocio”.
• Permítanse soñar. La forma de uno vivir es también estar pegado a sus sueños y esos sueños se pueden hacer realidad.
• Quitarse la pereza mental y la pereza física de hacer las cosas.
• Proponerse que cada cosa que haga, debe hacerla de la mejor forma y con los recursos que tiene.
• Arriesgarse. Darse la oportunidad. No pensar que tiene que estar todo perfecto para comenzar. Se puede empezar de algo pequeño y entorno a eso ir construyendo.
*Si quiere dar a conocer sus emprendimientos escribanos a omagon@citytv.com.co.
Omar González