Con machetes y palos los comerciantes del barrio San Francisco, en el sur de Bogotá, se defendieron el jueves del vandalismo que azota la zona, en donde fueron saqueados el miércoles en la noche varios locales y 33 personas fueron detenidas.
(Lea: Rastros de DMG en los negocios de Supercundi)
Los pocos establecimientos del barrio que permanecieron abiertos tenían en sus puertas a personas que vigilaban con bates, palos de escoba y pedazos de madera la seguridad de sus negocios por temor a que se repita la situación de la noche anterior, en la que desconocidos irrumpieron en los locales cerrados y robaron.
(Lea: Dueños de Supercundi y su fortuna en el extranjero)
Andrés Villamizar, vendedor de la tienda de ropa Irreal y quien la cuida con un palo de madera en la mano, aseguró que les toca tener una de las dos rejas del local abajo en el día y vigilarlo de noche para que no los asalten. "Estamos armándonos con palos y con machetes para poder defendernos", contó Villamizar, que aclaró que el establecimiento no resultó afectado por los desmanes de ayer.
En el barrio se vive una tensa calma en la que los comerciantes sienten que en cualquier momento pueden volver a aparecer vándalos a destruir y robar sus negocios. Mientras que los policías deambulan por la zona previendo nuevos desmanes y preparados para actuar en el momento que sea necesario, los comerciantes de un local de ropa reparan las rejas y los estantes en donde deberían estar los zapatos que les robaron.
También hay ciudadanos reunidos, todos con bates de béisbol, palos o varillas que esperan no tener que utilizar sus armas para defenderse del vandalismo. En el supermercado Líder, un gigantesco local que intentaron saquear anoche pero que gracias a la rápida acción de sus empleados no resultó afectado, las puertas no están abiertas del todo por temor a que los ladrones entren a robar los víveres que allí se venden.
Los saqueos comenzaron el martes contra varios locales de los supermercados Supercundi y Merkandrea, propiedad de tres presuntos testaferros de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) e investigados por la Fiscalía. El lunes pasado, las autoridades colombianas capturaron a los supuestos testaferros de las FARC e incautaron bienes valuados en 650.000 millones de pesos, entre ellos 60 supermercados. Tras conocerse esa noticia, ciudadanos en diferentes regiones del centro del país empezaron a saquear los comercios, por lo que en varios municipios fue necesario decretar el toque de queda.
*EFE.