En mayo del año pasado atracó en Cartagena el crucero más grande que haya conocido ese puerto del Caribe: el Norwegian Bliss, que llegó al muelle de la Sociedad Portuaria con sus 333,5 metros de eslora (largo) y 41,5 metros de manga (ancho), y con 1.716 tripulantes y una capacidad para 4.004 pasajeros.
La ciudad heroica forma parte del circuito de la compañía propietaria de este barco, Norwegian Cruise Line Holdings, una naviera que dispone de varios cruceros en el sector. “Las vacaciones en crucero son la mejor opción que existe en todo el planeta y hacerlo en esta línea garantiza sentirse libre de viajar como a uno le guste. Norwegian revolucionó la industria de los cruceros al ofrecer a los huéspedes la libertad y la flexibilidad de diseñar sus vacaciones ideales a su propio ritmo, sin horarios fijos para comer, ni códigos de vestimenta formal y con una variedad de opciones de entretenimiento”, sostiene Frank Medina, vicepresidente y director ejecutivo para Latam y el Caribe de Norwegian Cruise Line Holdings, quien habló con Portafolio.
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¿Cómo ve el mercado de los cruceros en Latinoamérica?
Se trata de un sector que, este año, se presenta bastante diferenciado dependiendo de la región. En Argentina, por ejemplo, se mueve lento debido a sus problemas financieros con las divisas y el cambio del dólar y allí existe un reto importante y complicado para nosotros. Pero en el resto del continente el segmento “navega” muy bien. Estamos viendo que mercados como México o Chile están funcionando extremadamente bien, lo mismo que la zona del Caribe. En Colombia se observa que el “sube y baja” del cambio del peso con el dólar se percibe en las ventas y eso se nota cuando suena o no el teléfono. Así que tratamos de contrarrestar esa situación con mejores ofertas y precios especiales. El pasado primero de marzo, lanzamos un nuevo programa de descuentos adicionales para salidas entre este mes y septiembre próximo, y desde ahí en adelante ofreceremos un descuento de 100 dólares adicionales de crédito abordo por pasajero. Sin embargo, estamos muy bien como región y la prueba es que estamos construyendo tantos barcos como los que tenemos en otros continentes. Por ello es clave invertir en estrategias de marketing y trabajar con las agencias de viajes para acercarnos al consumidor.
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¿Y en Latinoamérica qué tipo de inversiones en este sentido planean hacer en el 2019?
La más importante es que por primera vez invertiremos en televisión por cable. Durante cuatro temporadas de este año aparecerán comerciales de Norwegian en canales como TNT, TNT Series, Space y Skipe. Además de ello, estamos usando las redes sociales y adelantando campañas digitales que apoyen dicha inversión. Es algo que nunca habíamos hecho pero que servirá para tener presencia de marca para que conozcan lo especial que ofrece esta naviera.
¿Cuál es el valor agregado de esta línea de cruceros con respecto a otras en el sector?
Norwegian es una naviera con un perfil muy familiar. Aparte de ello es la única línea que brinda a sus clientes bar abierto incluido dentro del tiquete, lo mismo que el sistema Free Style Cruising, es decir, que el usuario no está supeditado a primero o segundo turno en las comidas, sino que puede comer cuando lo desee. Tenemos hasta 24 restaurantes diferentes: la calidad de la gastronomía es única. Pero sin duda lo más maravilloso son los destinos que se visitan. Eso es lo que enamora a un consumidor: la comodidad, el servicio y la variedad de lugares. Es el producto de vacaciones más completo que existe en el planeta.
¿En qué rango de precios está un viaje en crucero?
Podemos calcular entre 120 a 150 dólares por día. Un crucero de siete días y siete noches, que es uno de los más populares, puede costar entre unos 1.200 y 1.300 dólares. Y hay promociones con las que, a veces, el viaje sale a mitad de precio. Hay para todos los bolsillos.
¿Y en materia de destinos?
Tenemos cruceros prácticamente en todo el mundo. Asia, Alaska, Australia, Nueva Zelanda, Las Bahamas, Florida, Bermudas, Europa, Hawái, en fin. Lo importante es elegir la región que uno quiere conocer e incluso así dispone de diferentes opciones. Uno puede por ejemplo elegir ir a Europa cuatro veces y visitar diferentes puertos.
¿Por qué hay que tomar vacaciones en un crucero?
Porque por precio y calidad es la mejor opción que existe. Yo llevo 25 años en la industria y he aprendido que no hay crucero malo. Nosotros manejamos tres navieras: Norwegian -de barcos grandes de 4.000 pasajeros-, Oceanía -de embarcaciones pequeñas e íntimas, enfocada en una experiencia premium- y Regent Seven Seas, que es de lujo. Depende, pues, de lo que uno busque.
¿Cómo se comporta el sector teniendo en cuenta el cambio de estaciones en el hemisferio?
En el verano, los destinos más populares están en Europa. En invierno el preferido es Suramérica y el Caribe, lo mismo que Asia, Australia y Nueva Zelanda. Otro destino regido por el tiempo del año es Alaska, aunque se trata de un destino desconocido en Latinoamérica, ofrece, de marzo a septiembre, experiencias de naturaleza ricas y étnicas muy especiales. Dispone además de tours terrestres por los glaciares o en trineos tirados por perros, que hacen de esta unas vacaciones muy vivenciales.
¿Cuáles son los destinos más buscados?
De Latinoamérica salen cruceros de Brasil, de Chile y Argentina. Pero los que tienen más éxito en el continente, incluida Colombia, son los que parten de Europa. El pasajero está muy dispuesto a tomar un avión hasta el puerto de partida, sea Barcelona, Copenhague, Roma, Londres…
¿Cómo está la naviera en materia de crecimiento?
A nivel de cifras, en los últimos tres años hemos estado creciendo a un ritmo entre un 15 y un 20 por ciento. Pero este año, con las estrategias de marketing y el enfoque que diseñamos, esperamos romper récord en Colombia. Y para el 2020 veo mucho crecimiento porque nos llega un barco nuevo, con mucho atractivo, con pista de karting abordo.
Maria Camila Arévalo J.
camare@portafolio.co