En el sur de Estados Unidos se pueden encontrar grandes historias como la de Tito Beveridge, un geólogo y geofísico, que decidió implementar sus conocimientos para crear una de las fórmulas más reconocidas de la industria del licor a nivel mundial. Con esta empezó, en 1997, a competir contra las marcas tradicionales de ese sector, para entrar a sumar una participación en el mercado y fidelizar un alto número de clientes.
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Esto último, lo ha logrado demostrando la calidad de Tito’s Vodka, que ha sido una de las bebidas más vendidas de este tipo en Norteamérica, ganando una serie de premios –como la doble medalla de oro del concurso Spirits de la ciudad de San Francisco–, que lo certifican entre los mejores.
Algo que, según Leonardo Valencia, vocero de la marca en Colombia, “se puede ver reflejado en el nivel de ventas registrado, que ha logrado alcanzar un promedio de 33,5 millones de dólares mensuales”, una cifra que buscan aumentar con la incursión de Tito’s en Sudamérica, que incluirá entre sus destinos a Argentina, Chile, Uruguay y Brasil, los cuales se sumarían a la lista de los 70 países, donde actualmente tienen puntos de distribución.
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Con esto, se abre una oportunidad de negocio que se ha instaurado de manera paulatina en Colombia, “comenzamos con un foco específico para introducir el producto a nivel nacional, es decir, en algunos bares y restaurantes, que quisieran incluir en sus cartas un vodka prémium”, explicó el vocero.
Agregó que “entre los cálculos que tenemos estipulados, esperamos una participación dentro del mercado nacional de 4%. Esto, teniendo en cuenta que, esta categoría de licores (prémium), cuenta actualmente con el 12% del total”.
Y es que, aunque para algunas personas la marca pueda sonar desconocida, su idea principal no es solo tener un espacio en las ventas de la industria de los licores, también quieren encontrar la forma de afianzar algunos vínculos con sus clientes.
Para esto, Delgado aseguró que “parte de las ventajas de nuestro producto está en lograr crear diferentes momentos de consumo, esto se debe a su proceso de destilación - lo cual influye en su sabor - ayudando a que se pueda tomar puro o en cócteles, abriendo una opción a quienes deseen un trago que esté elaborado para los paladares más exigentes, y a su vez, se quiera algo de exclusividad”.
De esta manera, la marca le está apuntando a diferentes segmentos de compradores, entre los que cabe destacar el de los jóvenes, quienes en estos momentos constituyen un público objetivo, que se basa en sus experiencias como los viajes a diferentes destinos, para tomar sus decisiones de consumo, un aspecto que va acorde con la imagen que se quiere transmitir desde la compañía.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que la llegada de este destilado a Colombia tiene como escenario de fondo el segundo semestre de 2018, y que, a pesar de contar con poco tiempo para lograr crear una identidad sólida en la cabeza de los consumidores, tienen un estimado en ventas promedio de 650 millones de pesos para cerrar el año.
Jorge Alfredo Piñeros
