Luego de haber incrementado su presencia en 16 puntos (hasta 25) durante los últimos cuatro años, la cadena colombiana Spinning Center Gym emprende una segunda fase de expansión.
(Lea: ‘El país está viviendo una revolución en el tema fitness’)
Este año tienen planeado operar cinco gimnasios nuevos en el país y luego, en el 2022, alcanzar la meta de 50 puntos funcionando.
(Lea: Más de 400 gimnasios en una sola plataforma)
César Casallas, fundador y director de la firma, habló con Portafolio y destacó lo que considera son las fortalezas de la marca frente a la creciente competencia.
¿Cómo fue la transformación de la empresa de ser un centro especializado a gimnasios de gran formato?
Spinning Center Gym es una empresa que lleva 19 años funcionando en Colombia. Nació en Bogotá de la iniciativa de siete amigos que montaron un estudio de spinning solamente, de ahí su nombre, y debido a su éxito y a que los afiliados empezaron a pedir servicios adicionales, a los tres años aproximadamente ampliamos nuestro portafolio.
Hoy en día tenemos docenas de servicios y nos hemos consolidad como una cadena de gimnasios de gran formato. Tenemos 25 sedes operando en el país, la mayoría en Bogotá, con locales de entre 1.500 y 2.000 metros cuadrados. También estamos en Cali, Barranquilla, Pereira, Ibagué, Neiva, Bucaramanga y Cartagena.
Contamos actualmente con 52.000 afiliados activos y el año pasado tuvimos ventas de $42.000 millones. El proyecto que hemos puesto en marcha para este año es cerrar con 30 sedes en el país.
¿Dónde quieren expandirse?
El plan para este año es abrir un punto en Montería, otro en Villavicencio, otro en Cúcuta y dos en Bogotá, uno en el sector de Colina Campestre y otro en Soacha.
Con los 10.000 metros cuadrados adicionales que lograremos fruto de esta expansión, estamos hablando de que podríamos recibir unos 10.000 afiliados más en el 2020, cuando la capacidad instalada se haya ampliado.
¿Por qué a Soacha?
Hay un millón de habitantes, mucha población y pocos gimnasios de gran formato. Creemos que nuestros servicios tienen cabida en esa zona de la ciudad.
¿Qué servicios ofrecen?
Tenemos clases de spinning, aeróbicos, TRX, body combat, rumba, yoga, pilates, abdominales. Además zonas de cardio, de pesas, etc. Eso en cuanto a lo grupal, ya que adicionalmente ofrecemos servicios personalizados por pago adicional.
Tenemos también un equipo especializado disponible en cada sede conformado por nutricionistas y médicos deportólogos que se pagan aparte con un muy buen precio, pero que si el usuario no le interesa le significa un ahorro en su tarifa.
Así mismo tenemos disponible una aplicación donde la persona puede seguir su rutina y el avance de sus objetivos, aunque siempre hay acompañamiento de equipo humano.
También cabe resaltar que estamos trabajando mucho en las clases virtuales, eso es importante para la gente que asiste al gimnasio en un horario no convencional, cuando tal vez no hay clases grupales disponibles, entonces las puede tomar con una guía virtual.
Este servicio está totalmente probado y no significa que vayamos a abandonar el trabajo de forma personal, sino es más bien una respuesta a una necesidad específica en el que usamos tecnología.
¿Por qué están planteando una expansión en este momento?
Colombia está viviendo una revolución con el tema fitness. Para nadie era un secreto que en Colombia la penetración de gimnasios de gran formato es muy corta, es decir, que menos del 2% de la población colombiana asiste a un gimnasio de gran formato, lo que es muy poco comparándolo con otros países.
En Brasil, por ejemplo, es de entre el 4% y el 5%; en Chile del 6%, en Argentina del 7%, en Europa del 16% y en Estados Unidos del 8%. Entonces esa baja penetración con una población de casi 50 millones de habitantes, es un mercado totalmente atractivo para la inversión.
Eso ha jalonado la llegada de nuevos competidores, pero las cadenas locales también han crecido.
Nosotros somos 100% colombianos, pero con la idea de expandirnos aún más estamos consolidando la alianza con partners estratégicos que estamos buscando en la región.
Ya que la idea para una tercera fase de expansión es llegar a 50 sedes en el país, hemos tenido acercamientos con varios fondos internacionales de Chile y México.
Las negociaciones están avanzando y estamos evaluando cuáles de los interesados se acoplan más a nuestro formato de crecimiento para tener la inyección de capital que requiere el proyecto. La meta de los 50 gimnasios está planteada para ejecutarse en dos años y medio.
De 2016 a hoy logramos una primera fase de expansión pasando de nueve gimnasios a 25, con un gran esfuerzo económico, financiamiento de bancos y recursos propios. Ahora vamos por la segunda fase, solo para este año, con cinco puntos nuevos y lo que buscamos es un socio con el que podamos duplicar el tamaño de la empresa, porque sabemos que el producto está muy bien posicionado y gusta mucho.
Queremos llegar a Pasto, a Popayán y en general a todas las ciudades intermedias del país. Creemos que es el momento propicio.
¿Cómo compiten con los low cost y cómo quieren conquistar a una población que, en general, es sedentaria?
Nosotros siempre hemos vendido a muy buen precio. Desde hace años nuestra tarifas son las mismas con las que llegaron promocionando las cadenas de gimnasios low cost, que es de un promedio de $800.000 al año.
Y a eso nosotros hemos vendido toda la vida, entonces el impacto no ha sido tan fuerte porque estábamos acostumbrados a prestar todos los servicios a un precio supremamente competitivo.
Obviamente sí hemos sentido la llegada de la competencia en ciertos sectores, pero en el mediano plazo los afiliados perdidos se recuperan e, incluso, se aumentan, porque el sedentarismo está cambiando.
Además, lo más importante es que competimos con servicio porque los low cost no traen entrenadores de planta, no traen médicos deportólogos, no traen fisioterapeutas, no traen clases grupales; nosotros tenemos todo, y considero que somos el gimnasio que ofrece la mejor relación precio-beneficio del mercado.