En su entrevista dominical del diario El Tiempo, María Isabel Rueda le preguntó a Luis Ernesto Gómez, viceministro del Interior, si Rusia podría intentar “generar en Colombia un gobierno amigo del régimen Maduro”. El Viceministro respondió lacónicamente: “creo que los rusos no se involucrarían en la campaña de Congreso. En la de presidencia hasta de pronto sí”. Los colombianos quedamos así notificados de la posible intervención de Rusia en las elecciones presidenciales del 2018.
¿En qué consistiría la actuación electoral soviética? Gustavo Azócar Alcalá, máster de la Universidad George Washington y profesor de la Universidad de Los Andes-Venezuela, sostiene en “Maduro y el poder agudo de Vladimir Putin”, que en el vecino país hay fuertes sospechas de que los hackers rusos tuvieron algo que ver con los resultados fraudulentos del 30 de julio del 2017, que eligieron ilegalmente la Asamblea Nacional Constituyente que soporta la dictadura de Nicolás Maduro. La presencia de Rusia ha quedado en evidencia en la poderosa maquinaria comunicacional presente en las redes sociales venezolanas, la cual genera corrientes de opinión y tendencias en pocos minutos con el objetivo de perpetuar el comunismo en Venezuela.
Ahora bien, según Azócar, la intervención rusa en las elecciones de Estados Unidos dio tan buenos resultados, que los hackers al servicio del Kremlin se encuentran actualmente desplegados estratégicamente con sus ordenadores para replicar este ciberataque en varios países de Latinoamérica. Frank Mora, exsecretario adjunto de Defensa del Hemisferio Occidental de Barack Obama, comparte este criterio en una reciente entrevista del diario El Tiempo, según la cual la administración de Vladimir Putin busca “identificar opciones que puedan crear un conflicto con Estados Unidos y debilitar la alianza entre los dos países”. El plan de Rusia es atacar los “aliados estratégicos” de Estados Unidos, como lo es Colombia, o países con gran influencia en el mercado petrolero global, como México y Venezuela.
En opinión de Mora, “en el caso de Colombia, lo que hemos visto por ahora es que están utilizando las redes sociales para generar desconfianza y confusión entre el electorado”. El modus operandi es simple: “identifican al candidato que más polarización pueda crear con Estados Unidos y luego trabajan para beneficiarlo”. No debería, entonces, sorprender si los hackers rusos actualmente favorecen en las redes sociales a Gustavo Petro, el candidato presidencial más próximo al socialismo bolivariano.
El Gobierno debe contrarrestar eficazmente esta amenaza electoral y garantizar la plena participación ciudadana en la conformación del poder político, mediante el sufragio libre y democrático. Para ello, el Ejecutivo dio los primeros pasos con la creación del Centro Integrado de Inteligencia Electoral (CI3E), unidad de ciberseguridad concebida para enfrentar cualquier ataque digital durante las próximas elecciones.
El electorado colombiano tampoco puede morder este anzuelo. Por tanto, resulta esencial no tragar entero, desenmascarar esta perversa influencia externa y reafirmar, con el voto franco, el apoyo a los valores e ideales democráticos que sustentan nuestra Carta Magna.