Desde hace 16 años, el Banco Mundial publica por esta época su informe Doing Business, reporte ampliamente utilizado por gobiernos, organizaciones internacionales, investigadores y centros de pensamiento como una guía para el diseño de políticas públicas y empresariales en 190 economías.
Doing Business se basa en el principio de que la actividad económica se beneficia directamente de reglas claras, estables y coherentes, que establezcan derechos de propiedad sólidos, agilicen los negocios empresariales, permitan la pronta resolución de conflictos y proporcionen protección contractual contra la arbitrariedad y el abuso estatales.
Doing Business captura varias dimensiones de la normativa y del entorno económico que afecta las empresas en cada país. El diseño de sus once indicadores se fundamenta en una extensa investigación y en literatura especializada sobre el papel que juegan las instituciones en el desarrollo económico y el progreso social de cada país. La elección de estos indicadores también se apoya en las encuestas realizadas a 136.880 empresas a nivel global, las cuales proporcionan información precisa sobre los principales obstáculos para la actividad corporativa a nivel local e internacional.
La evaluación comparativa –o benchmarkin– del Banco Mundial incluye a Colombia con resultados tremendamente preocupantes y mediocres, registrados durante los últimos ocho años. En efecto, la clasificación de nuestro país respecto de la facilidad para hacer negocios pasó de 39, entre 183 naciones en el 2010-2011, a 65, entre 190 economías en el 2018-2019. El brutal desplome de Colombia en el ranking del Doing Business en este periodo obedece al pronunciado deterioro de los indicadores de creación de empresas (73 a 100), permisos de construcción (32 a 89), registro de propiedades (55 a 59), protección de inversiones (5 a 15), pago de impuestos (118 a 146), comercio exterior (99 a 133) y cumplimiento de contratos (150 a 177). Por el lado positivo, se destaca la significativa mejora en la consecución de crédito (65 a 3), logro que nos sitúa a la vanguardia global.
En materia tributaria, según el Banco Mundial, los impuestos sobre utilidades ascienden al 71,9 por ciento, cuatro veces la tarifa promedio en Estados Unidos y prácticamente el doble de los países latinoamericanos, nuestros socios de la Alianza del Pacífico y los miembros de la Ocde. La ejecución de contratos en Colombia es uno de los peores del planeta, pues exige 1.288 días y cuesta 45,8 por ciento del valor del reclamo, valores equivalentes a dos veces los recursos requeridos en tiempo y dinero en la Ocde. El comercio transfronterizo de nuestro país muestra pobres desenlaces en todos los pilares; en particular, exportar e importar precisa diez veces más tiempo y dedicación en Colombia que en la Ocde; el costo del comercio exterior demanda cinco veces más recursos en nuestro país que en la Ocde.
Para hacerle frente a este sombrío panorama regulatorio y empresarial, el Gobierno fortaleció la Comisión Nacional de Competitividad, cuyos primeros avances se presentarán el próximo 5 de diciembre.