La economía digital es muy rentable, pues empresas como Google Facebook, Amazon y Apple han ubicado sus sedes en países sin tributación como Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Singapur, Hong Kong y Bermudas, y han declarado allí 600 mil millones de euros en un claro dumping fiscal.
Por ello, el Comisario para Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici propone gravarlas con 3 por ciento aplicable a 200 empresas, lo cual generaría cinco mil millones de euros, de modo que los estados podrán gravar las ganancias generadas en su territorio, aun si estas compañías no están registradas allí.
Según su propuesta, las empresas que cuenten con ingresos que superen el umbral de los siete millones de euros, más de 100 mil usuarios en un año fiscal, o más de 3.000 contrataciones durante el año gravable ,serán objeto de la reforma.
El ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, ha señalado la necesidad de abordar el tema como una cuestión moral, y el ministro de Economía de España, Ramón Escolano, introdujo su propio impuesto vigente desde el 2019. Simultáneamente la Ocde está preparando una reforma que incluya a Estados Unidos, Japón y China, ante lo cual el Secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnunchin, ha dicho que “Estados Unidos se opone firmemente a cualquier país que buscara singularizar a las empresas digitales”, y agregó que “algunas de estas empresas se encuentran entre los principales generadores de empleo y crecimiento económico de los Estados Unidos”.
Empresas como Apple, Amazon, Microsoft, Google y Facebook están valoradas en la Bolsa de New York en 924, 783, 753, 739 538 billones de dólares, respectivamente, y reportaron ingresos conjuntos por 539 billones de dólares en el 2017, casi doblando el Producto Interno Bruto de Colombia (372 billones de dólares).
Apple presentó ingresos por 229 billones de dólares en el 2017, y los de Google, Alphabet y Microsoft fueron de 110, 111 y 89 billones de dólares, en su orden. Estos abrumadores beneficios hacen parte de las preocupaciones de Europa y la Ocde, y la desproporción entre el nivel de ganancias de esas empresas frente a su casi la nula tributación son las razones de la creciente popularidad de las propuestas de reformas fiscales.
Es importante señalar que con la revolución digital y la aparición de un mercado global, la tarea de los entes de vigilancia y control se hace cada vez más compleja, y debido a la velocidad en la que operan y los instrumentos tradicionales de tributación diseñados para economías nacionales han quedado obsoletos.
Es imperativo modernizar el sistema tributario frente a las empresas deslocalizadas hacia países donde no existe tributación y asegurar un recaudo suficiente que permita enfrentar la creciente desigualdad que esa misma globalización está generando.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las universidades Nacional y Externado
beethovenhv@yahoo.com