Para enfrentar los desequilibrios entre países superavitarios y deficitarios en el comercio mundial, Keynes propuso en Bretton Woods en 1944 crear una Cámara Internacional de Compensación a donde se llevarían los excedentes superavitarios y donde los países deficitarios pudieran conseguir recursos. Pero White desplazó a Keynes de esta discusión, tal como muestra Steil en su obra ‘La Batalla de Bretton Woods’ y le asignó el diseño del Banco Mundial.
White dirigió la comisión que estructuró el Fondo Monetario Internacional, para ayudar a sus miembros en épocas de crisis. El FMI había perdido prestigio por los efectos sociales devastadores de los planes de ajustes que impone a los países deudores y su credibilidad ha sido afectada por su incapacidad para prever y prevenir las crisis, y por los procesos penales que llevaron a la cárcel a sus exdirectores Rodrigo Rato y Dominique Strauss-Kahn.
Aunque el FMI participó de la Troika para el rescate a Grecia, tuvo que confesar en la cumbre del G20 de junio de 2009 en Londres que “se había equivocado en concentrarse en analizar el desempeño de los países en desarrollo sin percatarse de lo que sucedía en países desarrollados”. Pero esa confesión no lo exonera de responsabilidad. Además, por 75 años se ha mantenido el derecho de veto que se reservó EE. UU., de modo que con su participación del 16,5% de votos, nunca pueda tomarse una decisión en su contra, porque para ello se necesita reunir el 85% de votos.
Además en la oscura época de las dictaduras de América Latina el FMI y el Banco Mundial prestaron dinero a las dictaduras, y no se aseguró el uso productivo de los créditos. Ello explica que los años 80, que fue la época de mayor endeudamiento, haya sido una ‘década perdida’ para el desarrollo, y los Papeles de Panamá han demostrado la fuga de capitales, muchos de ellos generados en deuda externa, hacia paraísos fiscales utilizando empresas de fachada.
La gerente del FMI Cristine Lagarde fue procesada por haber mantenido bajo arbitraje privado la demanda del millonario Bernard Tapie contra el Banco Paribas, entonces nacionalizado. Y acaba de ser designada presidenta del Banco Central Europeo para superar la desconfianza que generaba el posible nombramiento del presidente del Banco Central de Alemania Jens Weidmann quien se opuso a los estímulos de ‘expansión cuantitativa’ propuestos por Mario Draghi, bajo el principio de que “hay que hacer lo que sea para salvar el Euro”.
Por su parte el Banco Mundial ha priorizado el financiamiento de proyectos hidroeléctricos sin medir los costos ambientales de dicha política, y actualmente el nivel de utilización de energías alternativas, como eólica y solar, es todavía marginal.
El hecho de que países como Francia, Alemania e Inglaterra y muchos otros aliados de EE. UU. hayan aceptado ser parte del Banco Asiático de Infraestructura liderado por China, es una demostración de que el sistema económico creado en Bretton Woods aún existe, pero ahora comparte el liderazgo con un sistema alternativo con proyección creciente del mundo.
Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las universidades Nacional y Externado