El Ministro de Hacienda ha dicho que escucha propuestas para cerrar el déficit fiscal, que para el 2019 ascenderá a 25 billones de pesos. Reconociendo que no existen soluciones fáciles y que se necesita una combinación de varias de ellas, quiero presentar algunas sugerencias. Lo primero que es necesario enfatizar es que el déficit presupuestado para el 2019 está en el nivel histórico de Colombia y se mueve en la senda de cumplir la regla fiscal.
La primera propuesta estudiada en varias ocasiones es acabar con la doble exención tributaria de las pensiones: cuando se consigna el ahorro, se excluye el monto de la base gravable y, de nuevo, cuando se recibe en forma de pensión. Mi propuesta es declararla parte del ingreso gravable de cada persona y aplicar la retención en la fuente del 10 por ciento como sucede con las rentas laborales.
Un segundo frente es el de la repartición de utilidades de compañías y del mercado accionario. Allí hay dos frentes, que en línea con lo propuesto por el Ministro, no gravarían a las organizaciones, sino a las personas, a las de altos ingresos, y contribuirá a cerrar el déficit y tener, al mismo tiempo, un sistema tributario más equitativo.
Si el gobierno quiere insistir en el IVA, la tarea más urgente no está en la canasta familiar, sino con la unificación en el 19 por ciento de todos los bienes que hoy ya están gravados con tarifas diferentes. Eso contribuirá a la simplicidad y la lucha contra la evasión.
Finalmente, está la promesa de campaña de generar un alivio a la tarifa nominal de renta de las empresas. En ese caso, no debe hacer nada. Ya el gobierno de Santos, previó una bajada hasta el 33 por ciento. Es práctico, realista y posible dejarlo quieto.
Bajar el umbral para declarar renta, me parece adecuado, y si bien puede no generar muchos ingresos, sí es claro que contribuye a consolidar un sistema con mayor información y menos resquicios para la evasión.
Finalmente, el ministro debe actuar sobre el gasto: el mismo gobierno ha señalado que la ejecución de obras y programas ha sido muy lenta, y hoy hay cerca de 22 billones de pesos de recursos comprometidos, presupuestalmente, en los bancos. La administración Duque podría dedicar sus primeros meses a consolidar un buen plan de desarrollo y ejecutar los pendientes, antes de iniciar nuevas obras y contratos.
Apoyar la medida de congelación de salarios de altos funcionarios, por algunos años, puede generar un ahorro adicional y, finalmente, una reducción de las nóminas paralelas en todas las entidades públicas, mostrará cómo una parte significativa del llamado presupuesto de inversión se dedica realmente a pagar gastos de funcionamiento.