El jueves pasado el Reino Unido por fin pudo en las urnas cerrar el ciclo abierto por el referendo del Brexit de 2016. El primer ministro conservador Boris Johnson, uno de líderes de la salida de su país de la Unión Europea, obtuvo una contundente victoria en las elecciones generales.
Los conservadores ganaron 365 escaños: la mayoría parlamentaria más amplia desde los tiempos de Margaret Thatcher en 1987.
Johnson lideró un realinderamiento de las fuerzas políticas británicas alrededor de la salida del Reino Unido del bloque europeo. Los votantes compraron mayoritariamente el mensaje conservador de ‘resolver el Brexit’ y rechazaron propuestas de la oposición laborista como un segundo referendo. Tres años de parálisis política y dos primeros ministros quedaron atrás con la cita electoral del pasado jueves.
Dos hechos se destacan de los resultados electorales: los conservadores triunfaron en distritos de clases medias y trabajadores, tradicionalmente Laboristas y llamados la ‘muralla roja’, y los nacionalistas aumentaron su hegemonía en Escocia.
El primer resultado, en especial, podría mover a Johnson a la búsqueda de un Brexit menos drástico para no decepcionar a estos nuevos distritos, más de izquierda, que hoy conforman su mayoría. Mientras que el segundo resultado conducirá a un debate más álgido sobre la unidad misma del Reino Unido: un eventual referendo sobre la independencia escocesa.
Lo cierto es que ese bloque mayoritario de los conservadores libera a Johnson del ala radical de su partido y le da el poder político necesario para definir con más libertad la política británica del Brexit y la postura frente a las inevitables negociaciones comerciales con la Unión Europea. Johnson ha prometido tener listo el acuerdo comercial antes del fin de la transición en diciembre de 2020.
No obstante, doce meses es muy poco tiempo para que el bloque europeo y Londres logren acordar los múltiples detalles y políticas detrás de un tratado de semejante magnitud. Por ahora el Reino Unido transita el camino para dejar de ser un país de la Unión Europea.