Datos interesantes de la vida del multimillonario Warren Buffett, tercera persona más rica del mundo, con 87 mil millones de dólares: compró su primera acción a los 11 años y se lamenta de haber iniciado demasiado tarde; adquirió una pequeña granja a los 14 con los ahorros que ganó al repartir periódicos siendo niño; aún vive en la casa de Omaha (Nebraska), que compró al casarse hace más de 50 años –“aquí tengo todo lo que necesito”–. dice.
Es sobrio, maneja su propio carro a todas partes y no anda con chofer o guardaespaldas; nunca viaja en jet privado, aunque es dueño de la compañía de jets privados más grande del mundo; es sencillo, austero y de poca vida social (su pasatiempo es compartir en casa, comer crispetas y ver televisión), y Warren Buffet es super generoso y ha donado miles de millones de dólares a obras benéficas. Dice que tener dinero no es la felicidad.
Este empresario tan rico es un ejemplo en su relación con las riquezas y muestra que nunca ha caído en el señuelo del dinero. La verdad es que pocas personas controlan su dinero, este las controla a ellas y les roba la paz interior. Gastan en cosas innecesarias, y el dinero y lo material los desgastan a ellos y suelen acabar con sus relaciones. Da pena ver a tantos esclavos en pleno siglo XXI: esclavos de las marcas, la moda y el aparentar. “Si no es de marca, no me lo pongo”, es la consigna de muchos jóvenes y adultos prisioneros. No está mal usar ropa de marcas famosas, lo frustrante es identificarse con ellas y con lo material. En otras palabras, dejar que la felicidad dependa de lo exterior que es temporal y no llena el alma. “Aprender a valorar todo y llevar una vida más simple”, fue lo que saqué de un secuestro, me confesó un día alguien. Sé bien consciente de que sin una vida espiritual eres el más pobre de los seres, aunque tengas muchos cientos de millones.
El pensador francés Voltaire (1694-1778), tan agudo y perspicaz, dijo en cierta ocasión esta gran verdad: “Los que piensan que el dinero puede hacer cualquier cosa, acaban por hacer cualquier cosa por dinero”. Proverbio al que se le podría agregar: “y el dinero acaba con ellos”. Voltaire fue uno de los más penetrantes pensadores de la Ilustración francesa que dio preponderancia al hombre sobre las cosas. Este pensamiento del escritor e historiador galo debería colocarse impreso en el Congreso y en las oficinas públicas y privadas para ver si despierta las conciencias dormidas de los corruptos. Los sabios siempre han enseñado que las cosas más importantes de la vida no son cosas y que lo material, siendo bueno, atrapa a los que no eligen bien sus prioridades y permiten que el hacer y el tener asfixien el ser. En mi misión ayudo en el arte del buen morir desde hace muchos años y jamás he escuchado a alguien lamentarse así en la sala de cuidados intensivos o en su casa: “¿Por qué no hice más negocios?”, o “que falla no haber dedicado más tiempo a acumular dinero”. Sabiduría es poner de primero el ser, y así el hacer y el tener quedan en su justo lugar, Pero cuando pones de primero el tener, entonces, todo lo que haces es para acumular y tu ser y tu felicidad se diluyen.