Te comparto esta sabiduría de Howard Martin sobre la llamada inteligencia del corazón: además de ser un centro emocional siempre se ha creído que el corazón tiene su propia inteligencia y puede decidir. En la medicina tradicional china, el corazón es el puente de conexión entre la mente y el cuerpo. Los ideogramas chinos para escribir, pensamiento, amor y pensar, incluyen el símbolo del corazón. En las tradiciones del yoga, el corazón es nuestro guía interno y la sabiduría es escucharlo y seguir su guía. En japonés hay dos palabras distintas para referirse al corazón: shinzu, el órgano físico, y kokoro para la mente del corazón.
Acaso por eso cuenta la leyenda que Dios quiso que el ser humano lo buscara para poder valorarlo. Sabía que lo fácil no se ama y, entonces, decidió esconderse en el corazón, consciente de que el humano busca por fuera.
Hace miles de años, en varias culturas se pensó que el corazón también era un centro de inteligencia. Los escritos antiguos sobre el tema están en la antigua medicina china de hace 4.500 años. La voz divina y la de tu alma se expresan a través de los sentimientos que brotan de tu corazón. Cuando amas y te amas, el corazón te lleva por el sendero luminoso, síguelo y no quedarás defraudado. Cuando amas, dices que es con todo el corazón; cuando ayudas y sirves dices que te sale del corazón. En Proverbios, de la Biblia (23, 7) se indica que una persona es tal como lo que hay en su corazón. Te desconectas de tu corazón cuando no sintonizas con Dios y con el amor, cuando te pierdes en lo superficial. Estás con la sabiduría de tu corazón cuando te aquietas, amas el silencio, ganas paz interior y mejora tu empatía.
Empatía viene de la raíz griega pathos y se refiere a una emoción o estado de ánimo, a lo que tú sientes. Da origen a estas palabras: pasión, simpatía, patología y patético. Escucha la Sinfonía Patética de Tchaikovsky, y verás que es una obra cargada de sentimiento, pasión y drama. Empatía es cuando te identificas con lo que sienten o viven los demás y te pones en su lugar. Cuando sientes compasión, que es amor y no lástima, te ves movido a ayudar a quien sufre o está mal. La simpatía se ve más como una actitud por la cual los demás se sienten a gusto contigo y tú con ellos. Se parecen, pero la empatía te mueve a estar con el otro, a comprenderlo y apoyarlo. Es pura inteligencia interpersonal, fruto de la inteligencia del corazón. Dedícate a cultivar esta linda actitud que es como otro nombre del amor que une, y la compasión que comprende y ayuda.
El estudioso Howard Gardner habló de inteligencias múltiples y detalló ocho, una de las cuales es la interpersonal. Es la capacidad que desarrollas para entenderte con los demás con un clima oxigenado de comprensión, empatía y armonía. No es algo innato y pide que crezcas en amor, autoconocimiento, autocontrol y compasión. Es tener la llavecita para entrar al corazón de los otros y poder conocer y manejar sus estados de ánimo. Si cultivas esta inteligencia tienes buenas relaciones, eres sociable y actúas con genuino respeto y amorosa tolerancia. La inteligencia interpersonal es actuar con empatía y abarca la llamada inteligencia emocional, porque sabes manejar tus emociones y las de los demás. Dedícate a mejorar en esto ya que, seguir tu corazón con amor es más importante que tener un alto cargo, mucho dinero o un acervo de conocimientos.