Para la Ciencia, estamos en medio de una extinción masiva. Por eso, decidí leer un libro sobre el tema, llamado La sexta extinción (Elizabeth Kolbert). Lo relatado ahí es aterrador, pero también evidente. Los principales argumentos expuestos en el texto, y que han llevado al mundo científico a concluir que los humanos estamos produciendo lo que hace millones de años logró un meteorito, se resumen en la sobreexplotación/destrucción de la naturaleza, la alteración de la atmósfera por excesos de dióxido de carbono –que llevan al calentamiento global y la acidificación de los océanos– y el transporte de especies de un continente a otro.
Se estima que para el año 2050, el arrecife Gran Barrera de Australia habrá muerto por la creciente acidez de los océanos, pero hoy ya se ven señales críticas en la disminución del 80 por ciento de la cobertura de los corales en el Caribe. Igualmente, se calcula que para ese año hayan desaparecido los hielos permanentes del Ártico.
El calentamiento y enfriamiento han sido frecuentes en el planeta, pero el problema es que ahora estamos aumentando la temperatura de la Tierra diez veces más rápido de lo que ha ocurrido antes, y así las especies tienen que adaptarse a velocidades inusuales para sobrevivir. Varios estudios científicos han concluido que con los actuales ritmos de calentamiento global, por lo menos el 24 por ciento de todas las especies se extinguirán en las próximas cuatro décadas.
Animales como los rinocerontes, tigres, elefantes, orangutanes, y otros grandes mamíferos, probablemente no existirán fuera de los zoológicos a finales de este siglo, pero el escenario es aún mucho más desolador para especies menos carismáticas como los insectos y gusanos, que actualmente ya se han extinguido en 45 por ciento. También el caso de los anfibios es crítico, en el cual la tasa de extinción es cuarenta y cinco mil veces mayor que la natural, y en países como Panamá, prácticamente ya no hay ranas.
Otro elemento importante en esta masiva y rápida extinción ha sido la creciente globalización, que solo por vía marítima transporta diariamente diez mil especies alrededor del mundo. Por ello, los murciélagos de América del Norte están muriendo a causa de una enfermedad traída desde Europa, y los peces del Caribe están siendo acabados por el Pez León de Asia.
La lista es infinita, ya que no existe especie alguna que no esté amenazada con el actual entorno que hemos creado. Solamente en Colombia, y según International Union for Conservation of Nature (IUCN), 113 especies de pájaros están en peligro de extinción, así como 216 anfibios, 238 plantas y 54 mamíferos, por mencionar los más notables.
En la última gran extinción, hace sesenta millones de años, la Tierra perdió más del 75 por ciento de las especies existentes, y el planeta se demoró millones de años en recuperarse. De ahí que valga la pena preguntarse, si los humanos podremos vivir en un mundo sin la gran mayoría de especies y condiciones que nos han visto prosperar por doscientos mil años.
Johanna Peters
Consultora en comunicaciones
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