Llevamos varios meses en que los colombianos no sabemos si ver el vaso de la economía medio lleno o medio vacío. Aunque el crecimiento del segundo trimestre superó los pronósticos de muchos y además el DANE corrigió hacia arriba el del primero, el hecho de que en el semestre completo la economía colombiana se haya expandido alrededor de 3 por ciento deja serias dudas acerca de que pueda llegar en diciembre al 3,6 por ciento planteado por el gobierno.
En medio de esas inquietudes ha llegado una noticia que da lugar a un mayor optimismo, al menos en el corto plazo.
Según la firma privada Raddar, que se dedica a analizar el gasto de los colombianos, el consumo habría crecido 10,3 por ciento en el mes de agosto en términos nominales, y alrededor de 6,3 por ciento en términos reales.
De acuerdo con los datos de la consultora, este sería el mayor aumento que ha registrado el consumo en Colombia desde enero de 2016.
Las cifras de Raddar no pretenden ser un sucedáneo de las del DANE, sino un indicador líder de las mismas, y si bien la historia muestra que hay discrepancias entre unas y otras, las series de la consultora tienen una virtud para efectos de esta discusión: en la medida en que conserven coherencia metodológica a lo largo del tiempo, sus resultados constituyen un indicador razonable de la tendencia y la magnitud de las variables que analiza.
De hecho, los datos de Raddar van en el mismo sentido que los de importantes empresas de consumo masivo que tuvieron buenos resultados en julio y agosto.
Esta es una gran noticia para la economía, si tenemos en cuenta que el consumo privado constituye alrededor de las dos terceras partes del gasto agregado en Colombia.
De esta manera, la mayor turbina de la demanda agregada nacional se está acelerando y con ella el dinamismo de toda la economía.
De cualquier manera, es mejor no hacer cuentas alegres si uno no cuenta con ciertos niveles de certeza. Por eso conviene respasar cuáles son los principales determinantes del consumo, y analizar su estado actual y sus perspectivas.
Hay buenas noticias por el lado de la inflación y las tasas de interés, dos de los determinantes del gasto de los hogares: la inflación bajó ligeramente en agosto, lo que le permite al Banco de la República manetener sus tasas de interés estables por el momento.
Donde no hay tan buenas noticias es en el empleo, otro gran determinante del bolsillo de los hogares. El desempleo sigue aumentando y no sólo por la consabida migración venezolana, sino porque la economía colombiana está destruyendo puestos de trabajo a pesar de estar creciendo al 3 por ciento, un fenómeno que ni siquiera las autoridades tienen plenamente diagnosticado aún.
Ponderando los factores positivos y los negativos, solo cuando empiecen a aparecer otros indicios del estado actual de la actividad económica en unas semanas podremos saber si la economía se está acelerando de veras o si solo hizo su agosto.
Mauricio Reina
Investigador asociado de Fedesarrollo.
mauricioreina2002@yahoo.com