Usualmente se discuten y analizan los aspectos positivos de la era digital. Ha permitido una comunicación más rápida, la diseminación de información más eficiente, y hasta ha logrado, en tiempo real, movimientos sociales opuestos a regímenes totalitarios. A su vez, permite el aumento de la productividad de las empresas.
Sin embargo, el peligro de las redes sociales y de la falta de capacidad de controlar lo que se disemina por esos medios es enorme. Eso es cierto para aspectos sociales, políticos, la formulación de política pública y hasta decisiones judiciales.
Niños y adolescentes se ven abocados a recibir, a través de teléfonos celulares, información masiva que no pueden procesar a su temprana edad. Pero también, se vuelven los celulares instrumentos peligrosos frente a los riesgos de pornografía infantil, y hasta de formas de matoneo anónimo. Por otro lado, existen evidencias, como el caso de Cambridge Analytica, que logró influir en decisiones de relevancia.
Así, en ese caso, a través de lograr establecer los perfiles de los “indecisos” y de enviar mensajes tendenciosos y a esta población, se logró revertir tendencias y a que el Brexit finalmente fuera aprobado en Gran Bretaña.
A este ejemplo se suman evidencias claras de la influencia de la Federación Rusa en elecciones de varios países, la más sonada siendo el caso de Trump en los EE. UU.
A su vez, también existe claridad de que Rusia influye en decisiones para fomentar sus intereses a través de información tendenciosa en las redes. Ejemplo es el caso de la oposición a poder desarrollar yacimientos no convencionales en varios países, dado que una mayor oferta internacional podría resultar en una reducción del precio del gas, principal producto de exportación ruso.
Otra preocupación resulta del uso de las redes sociales para que personas con experticia limitada, expresen opiniones sobre temáticas complejas. Personajes con reconocimiento público, pero sin conocimiento de aspectos que requieren de análisis técnico, académico y/o científico expresan a través de las redes opiniones, simplificando tópicos de la mayor relevancia para una sociedad.
Temas que resultan de suma importancia para el desarrollo económico o social requieren discusiones basados en conocimiento detallado y no de simplificaciones inadecuadas.
El peligro de la diseminación de noticias falsas y de influir en política pública con información parcial es sustancial. Legisladores y jueces se ven presionados por las supuestas mayorías en las redes. Los llamados influencers no permiten un análisis completo y exhaustivo, y reflejan sus posiciones como si fuera lo que importa a la población en general, cuando no necesariamente es el caso.
El peligro de que decisiones cruciales para una sociedad se estén dando por las presiones de las redes sociales, con información limitada, falsa y parcializada, es una realidad en aumento.
En momentos de mayor polarización y brechas de opinión en las sociedades modernas, se requiere aún más de poder discutir y analizar aspectos con información completa, saber escuchar a los argumentos de cada cual, y decidir con responsabilidad. Las redes sociales no parecieran ser el mejor instrumento para permitir decisiones bien informadas ante los retos crecientes a nivel nacional e internacional.
Rafael Herz
Analista
rsherz@hotmail.com