Como uno de los 34 miembros de la junta directiva de la Organización Mundial de la Salud, que se reunirá en Ginebra la próxima semana, Colombia tiene un papel influyente en el establecimiento de la agenda mundial en temas de salud.
La OMS tiene un año desafiante por delante. Los recientes brotes de Zika y de Ébola han demostrado que pueden surgir enfermedades mortales sin aviso. Además, hay una crisis inminente de bacterias resistentes a los medicamentos que hace que muchos antibióticos no sean efectivos. Esto se suma que muchas personas no tienen acceso a una atención médica básica.
Y aunque son problemas urgentes, la OMS tiene recursos limitados. Con aproximadamente US$450 millones, su presupuesto anual es equivalente al de un hospital grande de un país desarrollado. Por lo tanto, debería enfocarse en las áreas en las que tiene experiencia: combatir las enfermedades transnacionales, prepararse para las pandemias internacionales y asesorar a los países sobre las reformas de salud.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha movilizado recursos para asegurar que el mundo esté mejor preparado para enfrentar la próxima pandemia.
La OMS publica recomendaciones sobre temas que van desde la seguridad vial y el cambio climático hasta el suicidio y las cárceles.
Según Jeremy Farrar, director de la ONG británica Welcome Trust, este enfoque disperso socava a la OMS. “Podría decirse que no hay una organización en el mundo que pueda cubrir todos esos temas con la profundidad suficiente para tener autoridad”, dijo a Reuters.
Gran parte de la agenda de la próxima reunión de la junta directiva estará dedicada a cómo mejorar el acceso a medicamentos, lo cual define que esta será la prioridad de la OMS de los próximos cinco años. La intención es buena. Sin embargo, se necesitan más de 7 millones de trabajadores sanitarios a nivel mundial. La falta de cobertura significa que 150 millones de personas enfrentan una catástrofe financiera cada año. Las cadenas de suministro débiles separan a las personas de los medicamentos necesarios. En lugar de dedicar sus recursos limitados a estos temas, la hoja de ruta de la OMS prevé una campaña en contra de las protecciones de propiedad intelectual que impulsan el desarrollo de tecnologías de salud.
¿Qué espera lograr la OMS centrándose en la propiedad intelectual? Esta prescripción crearía incertidumbre para los inversionistas nacionales e internacionales. ¿Por qué lanzar un nuevo medicamento, emprender investigación y desarrollo, o construir una instalación de fabricación de alta tecnología en un país cuyo gobierno no puede proteger los derechos de PI?
La OMS es más efectiva cuando une a las naciones con soluciones prácticas, en vez de dividirlas en debates ideológicos. La próxima semana en Ginebra, Colombia y otros miembros de la OMS deben estabilizar el barco.
Philip Stevens
Director ejecutivo, Centro Galen Salud y Política Social, Malasia
*Colaboración de Azrul Mohd Khalib director de Geneva Network, Reino Unido.