Durante los últimos años, Colombia enfrentó una difícil situación en materia económica, debido a eventos como la caída de los precios del petróleo, el fenómeno climático de ‘El Niño’ y el paro camionero. La consecuencia se sintió en el 2017 con la desaceleración de la economía. Sin embargo, los esfuerzos realizados por el Gobierno y el Banco Central, así como la recuperación de la economía global, llevarán a que el 2018 sea un año de mejora, en el cual se prevé que la economía se expanda y el PIB se ubique en 2,6 por ciento, superando el tímido 1,8 por ciento que se estima alcanzó el 2017.
De acuerdo a las expectativas, el 2018 podría ubicarse como un año de ‘rebote’, en el cual las condiciones estarían dadas para una renovación en materia económica. Por un lado, está el ciclo de reducción de tasas de interés que ha llevado a cabo el Banco de la República desde diciembre del 2016 y que por fin dará frutos: habrá una reactivación de los créditos debido a su bajo costo, lo que a su vez impulsará el consumo y la inversión.
Así mismo, vemos que el sector de construcción y minería tendrían un repunte gracias a la recuperación de los precios del petróleo, las expectativas de un incremento en las inversiones de la industria petrolera y la recuperación de la confianza en el sector de infraestructura, esta última por la mejor dinámica de los cierres financieros de los programas 4G y otras iniciativas de desarrollo regional que podrán hacerse realidad gracias al acuerdo de paz, como el proyecto Obras por Impuestos, el cual busca que los empresarios paguen parcialmente el impuesto sobre la renta mediante la ejecución y financiación de obras de trascendencia social en las zonas más afectadas por el conflicto, y la continuación del plan ‘Colombia Repunta’.
Otro punto a favor es la convergencia de la inflación hacia el objetivo del Emisor. Durante la segunda parte del 2017, la inflación presentó una corrección importante, especialmente en los precios de los alimentos, lo que permitió que el IPC cerrara el año en niveles de 4,09 por ciento, y se estima que esta tendencia continuará en el 2018, llevándola muy cerca del objetivo del 3 por ciento, lo que contribuirá a la recuperación de la confianza de los consumidores, que vieron afectados sus bolsillos con el incremento del IVA a inicios del año pasado.
No obstante, se debe tener en cuenta que en el 2018 América Latina tendrá una apretada agenda electoral, empezando por Colombia. Esta situación generará incertidumbre entre los inversionistas, ya que con el cambio de gobierno podrán presentarse modificaciones en las políticas económicas actuales, lo cual nos pone en la mira de las agencias calificadoras. Es debido a esta incertidumbre, que aunque se prevé estabilidad en la mayoría de indicadores, los mercados financieros enfrentarán volatilidades hacia mitad de año.
Por esta razón, consideramos que este año el sector fiduciario seguirá siendo una alternativa clave para los inversionistas, ya que brinda estabilidad mediante mecanismos como los Fondos de Inversión Colectiva, y da transparencia al uso de recursos a través de la creación de contratos fiduciarios.
Sandra Gómez Arias
Presidenta de Fiduprevisora