El mundo está encaminándose hacia una transformación energética, apostándole a encontrar tecnologías y alternativas que reduzcan los impactos del desarrollo y protejan el medioambiente. Colombia ha demostrado su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y el sector de la generación de energía eléctrica, que es un motor del desarrollo del país y dinamiza todos los demás ramos económicos, debe jugar un papel crucial para contribuir a la protección y conservación de los recursos naturales.
El país tiene el privilegio de contar con una matriz de generación de energía eléctrica sostenible y limpia que se ha convertido en referente mundial. Hemos sido reconocidos por el Foro Económico Mundial como el cuarto país a nivel global y el segundo en Latinoamérica por su sostenibilidad ambiental. Producimos el 70 por ciento de la energía que requiere el país con fuentes renovables, y el sector de generación de energía eléctrica es uno de los que más contribuye al cumplimiento del control de emisiones de gases de efecto invernadero: la generación de electricidad es responsable por menos del 2,9 por ciento de las emisiones totales del país, lo cual sitúo a Colombia en el 2017, en 83 por ciento por debajo del promedio mundial y 78 por ciento menor que de los países de la Ocde. Gracias a esta matriz limpia y renovable, mientras las mayores economías mundiales hacen costosos planes de largo plazo para transformar radicalmente sus aparatos productivos para cumplir sus compromisos ambientales, Colombia ya llegó a donde la comunidad internacional quiere estar.
Debido a la llegada de nuevas tecnologías, estamos en una posición privilegiada para contribuir a que otros sectores que son a la vez grandes consumidores de energía y emisores de gases de efecto invernadero –como el sector del transporte–, puedan migrar hacia la movilidad eléctrica y abastecerse de energía limpia, económica y confiable con mecanismos de competencia entre todas las tecnologías.
Las fuentes de energía renovable no convencionales que emplean la biomasa, la energía del viento, o del sol o la geotermia, ya no solo son un aporte valioso en la senda del crecimiento verde de nuestro país, sino que, además, gracias a la innovación se han convertido en alternativas económicamente viables que le permiten competir en igualdad de condiciones para beneficiar a los usuarios con mayor competencia.
Esto ha permitido que Colombia se encuentre desarrollando proyectos de energías renovables no convencionales por más de 5.000 MW en diferentes tecnologías como biomasa, eólica, solar, geotermia e hidráulica, que representan cuantiosas inversiones y podrían operar en los próximos años.
La integración de todas las innovaciones tecnológicas que permitan avanzar para tener una energía más sostenible y amigable con el ambiente es un pilar fundamental de la expansión del sector, que comprende la importancia de la coexistencia de todas las tecnologías. Sin embargo, la variabilidad en la oferta de los recursos renovables hace necesario que aún se protejan la diversidad de fuentes de energía y el respaldo fundamental de las fuentes de generación convencionales. Ha sido, precisamente, esta complementariedad la que ha permitido que el sector de generación garantice el suministro de la energía aun en las situaciones climáticas más difíciles, y que mantenga un margen de reserva superior al 22 por ciento para atender la demanda en las peores situaciones críticas de abastecimiento. Tener respaldo y las plantas de generación térmica, que sacan todo su potencial para entregarle al país la energía que necesita cuando el sol, el viento y el agua se hacen escasas, hace parte fundamental de la ecuación que ha hecho que el sector de generación colombiano sea también reconocido con el primer puesto en confiabilidad a nivel latinoamericano.
Colombia ha construido un sector energético de talla mundial, que se ha convertido en modelo por su sostenibilidad y su confiabilidad. Cuidando la composición de la matriz energética, permitiendo un sistema eficiente de mercado y continuando los esfuerzos para integrar los avances tecnológicos, ha reducido las emisiones y cumplido los compromisos de la COP21. Esto, sumado a la entrada de proyectos en construcción igualmente limpios, permite tener total certeza de que el sector continuará siendo un ejemplo global de generación de energía, sostenibilidad y de desarrollo.
Ángela Montoya
Presidenta Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acolgen)