Quien haya querido encontrar una reacción de los mercados, tras el resultado de las elecciones del domingo en Colombia, seguramente se quedará con los crespos hechos. El motivo es que no puede hablarse de un comportamiento atípico ni en el desempeño de la bolsa de valores ni en el del tipo de cambio.
No faltará, claro, quien señale cómo los índices accionarios descendieron una vez más. Pero una mirada más detallada a ese desempeño revelará que el factor determinante acabó siendo la acción de Ecopetrol, que tras haber llegado hace poco a un punto máximo en lo que va del año, viene perdiendo terreno.
La explicación radica en la descolgada de los precios del crudo, atribuible a un posible acuerdo entre la Opep y Rusia, tendiente a relajar los límites impuestos a la producción a finales del 2016. De concretarse el arreglo, la oferta aumentaría lo suficiente, por el cual el barril de la variedad Brent se acerca a 75 dólares, tras haber tocado los 80. Aun así, este supera en casi 45 por ciento el registrado por esta misma época del 2017.
Y en lo que atañe a la relación del peso con el billete verde, el factor que más pesó en la víspera fue el festivo que se celebró en Estados Unidos, lo cual se siente sobre el volumen de negociaciones. Solo hasta hoy se verá una normalización en las transacciones cambiarias, aunque son pocos los que esperan sorpresas en este frente.
La razón es que el veredicto de las urnas coincidió con lo que decían las encuestas: una segunda vuelta entre Iván Duque y Gustavo Petro. En ese sentido, puede afirmarse que no hubo sorpresas y que los inversionistas continúan creyendo lo que afirman las calificadores de riesgo, las cuales sostienen que la probabilidad de que haya un bandazo en materia de manejo económico es baja.
Debido a ello, el componente político pesa poco actualmente sobre el nivel del dólar y los papeles que se transan en la bolsa. A menos, claro, que los sondeos que vienen muestren un escenario radicalmente distinto.