Puede ser que en los últimos dos meses algunas cosas hayan cambiado en el país, pero la actitud de los colombianos sigue siendo la misma. Así se desprende del más reciente Gallup Poll, cuyos resultados fueron dados a conocer ayer y el veredicto podría calificarse como francamente desalentador.
El motivo es que el pesimismo continúa mandando la parada. De acuerdo con el sondeo, el 69 por ciento de los encuestados en las cinco ciudades más grandes considera que las cosas en Colombia están empeorando, una proporción similar a la observada en agosto pasado. La impresión es que hay un deterioro en varias áreas del devenir nacional.
Tal como ha sido la norma en otras mediciones, la percepción negativa puede explicarse por la mala calificación que recibe un puñado de temas. Los bombillos que titilan en rojo en el tablero de control de la opinión son corrupción, inseguridad, realidad de la economía y calidad del servicio de salud. En todos estos puntos, más del 80 por ciento de la gente piensa que hay un retroceso.
Mención aparte merece Bogotá, en donde sus habitantes ven las cosas con un lente particularmente oscuro: tres de cada cuatro habitantes del Distrito cree que la ciudad da marcha atrás. Eso no es nuevo, pero la anhelada mejoría nada que llega.
No menos inquietante es que asuntos que parecían en vía de solución, como la guerrilla, son mirados con un ojo más crítico. Los problemas con las disidencias de las Farc parecen haber calado en la opinión, que refleja las dificultades surgidas después de la dejación de las armas por parte de ese grupo.
En otros campos, el ánimo tampoco es el mejor, lo cual plantea dudas sobre la actitud de los consumidores en esta parte final del año. Si bien los números no son copia de los de antes, el mensaje de fondo es que los colombianos ven todavía el vaso medio vacío.