Quienes le toman el pulso al mercado cambiario no han dejado de notar lo sucedido con el dólar en días recientes. Y es que después de que el billete verde se ubicó en menos de 3.100 pesos el miércoles pasado, ahora su cotización vuelve a presentar tendencia al ascenso, como lo muestra la tasa representativa del mercado definida para hoy: 3.132 pesos.
La explicación puntual está asociada a la caída, cercana al 1 por ciento, en el precio del barril de petróleo. En el caso de la variedad Brent, esta cerró en menos de 62 dólares ayer, ante la presencia de señales encontradas respecto al equilibrio entre demanda y oferta de hidrocarburos. Dado el peso de la actividad extractiva en las exportaciones colombianas, la señal de que podría haber menos ingresos de divisas impacta rápidamente el valor de la moneda estadounidense.
Sin embargo, hay otro elemento en juego. Tras las operaciones de la víspera, el dólar completó ocho días seguidos de fortalecimiento frente a una canasta de monedas de diversas latitudes. El avance promedio ha sido de 1,8 por ciento en el lapso anotado, una cifra que puede parecer menor, pero que es la más significativa en cerca de un año.
Las razones de esa mejoría son varias. En primer lugar, la percepción de que Washington y Pekín van a lograr ponerse de acuerdo para solucionar la disputa comercial que sostienen desde hace meses.
A lo anterior se suman los datos económicos mediocres, provenientes de Asia o la zona euro, para no hablar de la incertidumbre del brexit. Incluso el peso mexicano salió golpeado después de que se conocieran datos sobre el débil comportamiento de la producción industrial en semanas recientes.
Debido a ello, el dólar vuelve a ser el activo monetario más apetecido. Y aunque el sentimiento del mercado bien puede tomar otra dirección, eso quiere decir que el abaratamiento relativo del billete estadounidense podría acabar calificándose como ‘flor de un día’. El peso así lo está reflejando.