De acuerdo con el Foro Económico Mundial (FEM), que se desarrolla por estos días en Davos (Suiza), los grandes riesgos mundiales para el 2018, medidos según su probabilidad de ocurrencia, colocan en primera línea a los desastres naturales y los problemas del cambio climático. En términos de severidad, considera que los mayores peligros están vinculados con la incidencia que podría tener un mal uso de las armas con capacidad de destrucción masiva.
Los temas políticos, geo-políticos y relacionados con los riesgos del populismo, que predominaron el año pasado, así como los económicos relacionados con el estancamiento de la economía mundial y las dudas sobre su recuperación, y los problemas fiscales, las crisis financieras y el desempleo –que figuraron en el tope de la lista en años anteriores de los grandes riesgos mundiales– pasan a un segundo plano.
En el caso de Colombia, también es cierto que los riesgos de desastres naturales por su carácter imponderable siempre están presentes, y que temas como el cambio climático nos comienzan a preocupar. No obstante, cuando se compara esa visión de los grandes riesgos mundiales del 2018 con la percepción que se tiene sobre los actuales en nuestro país, se encuentra que, probablemente, la situación de los riesgos que enfrenta Colombia hoy son más cercanos a los que encaraba la economía mundial hace un año, y que destacaba el FEM en su Informe Riesgos Globales 2017.
Quizás por ser este un año electoral, en Colombia el mayor riesgo que se percibe es la polarización política interna. Esta se refleja en la tendencia hacia la polarización de los colombianos entre la izquierda y la derecha, y entre quienes quieren sacar adelante los Acuerdos de la Habana, a cualquier costo y los que , creyendo también en los beneficios de la paz, consideran que los acuerdos deben ser implementados de manera pausada y sin permitir que quienes cometieron delitos atroces puedan ser elegidos a los cuerpos colegiados. En Colombia también se perciben, con alguna preocupación, los riesgos geopolíticos con Venezuela, dada la interrelación entre nuestros dos países y los problemas que plantea a la economía y al presupuesto público la ola de éxodo de venezolanos hacia nuestro país.
Pero, al igual que lo que sucedía hace un año con la economía mundial, en el país se registra actualmente un lento crecimiento de la economía, con caída de la actividad económica en sectores productivos claves como industria manufacturera, minería y construcción, y aquí también predomina hoy un pesimismo e incertidumbre sobre el futuro económico y la probabilidad de ocurrencia de una crisis fiscal similar a la que se evidenciaba hace un año en el Informe mencionado para la economía global.
Ojalá que el proceso electoral colombiano se desarrolle normalmente, se mengüe la polarización política, se acentué la confianza inversionista, se superen las dificultades fiscales, se reduzcan las disparidades de ingreso y se consolide un crecimiento más acelerado de la economía para que en el futuro próximo podamos afirmar que los grandes riesgos de Colombia, como sucede a nivel global, son principalmente de carácter exógeno e imponderables como los desastres naturales y los ataques cibernéticos, que centran hoy la atención de los Grandes Riesgos Globales 2018.