La semana pasada, el Dane hizo pública la cifra del crecimiento económico del 2018, así como las tasas de desempleo abierto para el total nacional y las 13 principales ciudades. Estos son indicadores económicos que valen la pena analizar, a fin de tomarle el pulso a la economía colombiana.
En cuanto a la actividad económica, el Dane reveló que el aumento del PIB en el cuarto trimestre fue del 2,8 por ciento, con lo cual se consolidó una tasa anual de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,7 por ciento en el 2018, que era lo que estaba previsto por los expertos. Al analizar los componentes del gasto, se encuentra que el crecimiento estuvo jalonado por los gastos de consumo final, tanto del gobierno (funcionamiento o burocracia) como de los hogares, que aumentaron conjuntamente en 3,9 por ciento, y, en menor medida, por la formación bruta de capital fijo, o sea la inversión, cuyo aumento anual fue del 3,5 por ciento.
Sobre la inversión, que es el principal determinante de la capacidad productiva futura, cabe resaltar que venía registrando disminuciones en el 2017 y el 2018 e incluso en el primer trimestre del 2018, y que en la segunda parte del año registró un gran crecimiento, lo que denota, tanto la dinámica de recuperación de la economía como la mayor confianza inversionista que trajo consigo el gobierno de Duque. En cuanto al comercio exterior, se resalta que el crecimiento de las importaciones fue mucho mayor al de las exportaciones, lo que ha llevado al Banco de la República a dar señales de alerta por el creciente déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Al analizar el crecimiento anual del PIB por ramas de la actividad económica, también se resaltan cambios muy importantes. Los sectores que mostraron recuperación fueron la industria manufacturera, la minería y la construcción, todas las cuales venían de registrar tasas de crecimiento negativo. De otro lado, la agricultura evidenció una desaceleración en el segundo semestre que parece estar vinculada a factores climatológicos, lo que se podría acentuar durante este primer semestre del 2019 por fenómeno de ‘El Niño’.
Por lo demás, al analizar los sectores de mayores tasas de crecimiento, se observa que fueron la administración pública y el comercio, que coincide con lo ocurrido por el lado del gasto, así como el sector financiero y las actividades profesionales, es decir los servicios, antes que las ramas propiamente productivas.
La recuperación global de la actividad económica contrasta con lo que viene sucediendo con el desempleo. Según el Dane, la tasa de desempleo, tanto para el total nacional como para las principales 13 ciudades y las áreas metropolitanas, registraron un incremento en enero del 2019 frente a lo sucedido en el mismo mes del 2018. Para el total nacional, la tasa de desempleo fue del 11,8 por ciento en enero del 2018 y se elevó al 12,8 por ciento para igual mes del 2019. Por su parte, para las principales 13 ciudades y zonas metropolitanas las tasas fueron del 13,.4 y 13,7 para enero de los dos años, respectivamente. Estos resultados del desempleo, sin duda, deben preocupar a las autoridades. En resumen, lo que viene logrando el gobierno en el manejo económico se podría calificar como positivo en crecimiento económico y negativo en desempleo.
Roberto Junguito
Exministro de Hacienda
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